Mi hija Inma lleva un tiempo en la bonita ciudad de Bristol, acogida por una familia de “esas” que se entregan dándolo todo sin esperar nada a cambio. Ayer hablé con ellos durante mucho tiempo, y hoy me han inspirado este artículo semanal, navegando por la fuente de sabiduría digital que es nuestro ” tío Google” ( aquel al que acudimos cuando no sabemos algo ).
Me duele mucho la juventud de nuestro país y de cómo el cáncer de la apatía se está instalando en sus corazones. Es cierto que los tiempos no acompañan pero también es cierto que la cultura del esfuerzo ha sido relegada a un pasar el tiempo sin ningún sentido existencial. No creas amigo lector que quiero criticar a la juventud de este país, a la cual dedico gran parte de su tiempo y reconozco sus grandes valores. Lo que critico es a un sistema educativo y profesional que intenta vender humo donde ni siquiera hay hoguera. El conocimiento se adquiere de una forma progresiva y no instantánea por lo que iniciativas como las últimas propuestas por nuestro Gobierno para incentivar la cultura emprendedora buscando minorar la sangría de nuestros 5,9 millones de desempleados a través del autoempleo de sus propios negocios no sirven absolutamente para nada, aunque rellenen muchos titulares periodísticos y contenidos web. Desearía que el Gobierno y la Universidad hiciesen de vez en cuando ejercicios de los llamados de “mejores prácticas” ( por no usar sajonismos ) y apreciase iniciativas como la que ha puesto en marcha la Junta de Andalucía en la que la Innovación y la Educación se unen para fomentar entre los estudiantes de primaria el espíritu emprendedor Sí ….¡¡¡ de primaria !!! y no cuando ya se coge uno a la iniciativa de hacer el experimento porque otros no han salido, y me refiero, en concreto a la nefasta gestión de la política laboral y el fomento de las nuevas oportunidades a los que han tenido la desgracia de caer en el drama del desempleo.
La Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y la de Educación de la Junta de Andalucía llevan desarrollando desde hace ya varios años un programa conjunto para el fomento de la cultura emprendedora desde edad temprana. Así, los alumnos de Educación Primaria de toda Andalucía reciben formación específica a través del programa Carabela. Es un complemento formativo del currículum obligatorio destinado a generar iniciativas capaces de favorecer el desarrollo personal y social, y promover actitudes e inquietudes por emprender y mejorar la valoración social del emprendedor en el marco del sistema educativo.
Hay ciertas capacidades asociadas a la mentalidad emprendedora como la autoestima, la capacidad de iniciativa, el trabajo en equipo, la asunción de riesgos, la responsabilidad, la independencia… Estas actitudes pueden aprenderse desde corta edad y se pueden desarrollar a lo largo de la vida, adaptando las enseñanzas didácticas a las características del alumnado en las diferentes etapas. En sentido amplio, el espíritu emprendedor es una actitud que puede resultar útil para todas las actividades laborales, sociales y hasta en la vida cotidiana.
Y ahora te preguntarás…..¿ qué tiene que ver todo esto con Bristol?, pues….¡¡ sí !!……el espíritu emprendedor no es innato, como digo,….. hay que educarlo, cultivarlo, trabajarlo y también hace falta una gran dosis de creatividad e ingenio. Te lo ilustro con este ejemplo.
Historia real. Transcrita del «The London Times»
Cerca del Bristol Zoo en Inglaterra existe un parking para 150 coches y 8 autocares.
Durante 25 años los pagos por el parking se le hacían a un simpático señor.
Los precios eran 1,40 libras para los turismos y 7,00 libras para los autocares.
Un día, después de 25 años de buenos y leales servicios sin absentismo, el pequeño señor no apareció a trabajar.
La administración del zoológico llamó al Ayuntamiento de Bristol y solicitó que les enviaran otro empleado municipal
El Ayuntamiento hizo una rápida investigación y declaró que el parking estaba a cargo del parque zoológico.
A lo cual el Zoo respondió que dicho empleado era de la municipalidad.
El Ayuntamiento afirmó que se trataba de un error puesto que ese empleado nunca fue parte del personal y que nunca se le había pagado ningún salario.
Durante este tiempo en algún soleado lugar, en su bella villa, hay un hombre que, al parecer, inventó su propio dispositivo de pago del parking, creo su denominado ahora moderanmente “ su modelo de negocio” y lo puso en marcha durante 25 años, cada día, para cobrar la tarifa de estacionamiento a los visitantes del Zoo.
Trabajando durante 25 años, 7 días a la semana, había reunido la nada despreciable suma de 560 libras ( 482euros). al día, casi 17.000 libras (14.620 euros). al mes lo que representó al cabo de los 25 años la suma de 7 MILLONES DE EUROS para su jubilación particular.
¡¡¡Y NADIE NI SIQUIERA SABÍA SU NOMBRE, NI SU MARCA !!!