“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”(Mt 5, 3)

Cada Bienaventuranza viene a tocar un problema que afecta a toda persona. Dicho problema no es precisamente algo secundario, sino algo que toda persona tiene planteado y a lo que tendrá que darle respuesta, o bien la que él ha decidido o bien porque la vida le ha puesto en esa tesitura. ¡Y no es lo mismo que sea una u otra! Es decir, el problema que toca cada Bienaventuranza es irrenunciable, está presente en la vida de toda persona y nadie puede evadirse de él.

Años atrás, cuando había pintadas por todas partes, en todas las ciudades del mundo, vi una que se repetía mucho pero que no tenía ningún sentido: «Que se pare el mundo que me quiero apear». Supongamos que podemos “pararlo”, ¿dónde ponemos el pie?

No podemos “apearnos” de los problemas que lleva consigo nuestra realidad humana: están presentes en todo ser humano, lo constituyen, y al ser tan fundamentales, en la respuesta que se les dé estará en juego nuestro propio sentido de la vida a través del hecho concreto de ese acontecimiento. El hombre está llamado a ser feliz, debe encontrar un sentido a su vida, algo que le llene, que le merezca la pena. Si la respuesta que se da a cada uno de estos problemas no es “acertada”, difícilmente nos realizaremos. Este es el reto que nos plantean las Bienaventuranzas.

La riqueza en sí es un bien siempre. Por ejemplo, un país desertizado es un país que termina por convertirse en desolación. Allí no puede vivir nadie. La ausencia de riqueza y, sobre todo, la imposibilidad de crearla, hace que aquello se convierta en un desierto, que sea imposible la vida. Por tanto, la riqueza, en cuanto tal, es un bien. El que hayamos podido desayunar esta mañana es más riqueza que si no hubiésemos podido desayunar; pero si tampoco pudiésemos comer, seríamos más pobres todavía… ; pero este discurso sobre la “pobreza” pronto se acabaría. No seamos, pues, tan simples en nuestras reflexiones sobre la pobreza . La riqueza, en sí misma, es un bien, y el reto de esta Bienaventuranza no podemos reducirlo a un callejón sin salida, pero también es verdad y he tenido la oportunidad de conocer por todo el mundo a gente con riquezas materiales inmensas, algunas de las cuales incluso impensable en nuestro entorno cercano, pero tras ellos he comprobado en una altísima frecuencia, una profunda pobreza de espíritu.

Hace pocos día un joven londinense hizo un experimento social, se colgó un cartel en el que ponía: “ Que se jodan los pobres “. Mirad la reacción de los transeúntes, mirad la reacción de la policía. Sin embargo, cómo cambia cuando se reproduce ese mismo experimento en sentido contrario. ( Mira el video adjunto ).

¿ Quién decide quién sobra ?.

https://www.youtube.com/watch?v=wC62aLvdNr8

Pobreza

El mundo nada puede contra un
hombre que canta en la miseria.
Ernesto Sábato

La pereza viaja tan despacio que
la pobreza no tarda en alcanzarla.
Benjamin Franklin

Donde hay justicia no hay pobreza.
Confucio

Pobre no es el que tiene poco,
sino el que mucho desea.
Séneca

Las cosas pequeñas hechas con amor,
traen felicidad y paz.
La falta de amor es la mayor pobreza.
Madre Teresa de Calcuta

Al pobre le faltan muchas cosas;
al avaro, todas.
Publio Siro

La pobreza no viene por la disminución
de las riquezas, sino por la
multiplicación de los deseos.
Platón

El método más seguro de permanecer
pobre es ser una persona franca.
Napoleón Bonaparte

Cuatro cosas no pueden ser
escondidas durante largo tiempo:
la ciencia, la estupidez,
la riqueza y la pobreza.
Averroes

Un tonto pobre siempre será tonto.
Un tonto rico siempre será rico.
Paul Lafitte

La hora perfecta de comer es,
para el rico cuando tiene ganas,
y para el pobre, cuando tiene que.
Luis Velez de Guevara

No hay riqueza más peligrosa
que una pobreza presuntuosa.
San Agustín

El pobre se arruina en el
momento en que deja de ser sobrio.
Concepción Arenal

El pobre es un extranjero en su patria.
Proverbio

Rico o pobre, potente o débil,
todo ciudadano ocioso es un bribón.
Jean Jacques Rousseau

El desorden almuerza con la abundancia,
come con la pobreza, cena con la misericordia
y va a acostarse con la muerte.
Benjamin Flanklin

El que no se posee a sí
mismo es extremadamente pobre.
Ramón Llull

El pobre puede morir;
lo que no puede es estar enfermo.
Proverbio finlandés

Cuando la necesidad entra por la puerta,
la dignidad se escapa
saltando por la ventana.
Miguel Ángel

Cuando la pobreza entra por la puerta,
el amor se escapa
saltando por la ventana.
Fuller

El dinero es mejor que la pobreza,
aunque sólo sea por razones financieras
Woody Allen

El problema de ser pobre es
que te ocupa todo el tiempo.
Willem de Kooning

Avaricia es vivir en la pobreza
por miedo a la pobreza.
San Bernardo

La abundancia me hizo pobre.
Ovidio

No es vergonzoso nacer pobre, lo es
el llegar a serlo por acciones torpes.
Menandro