Seguro que conoces la letra de esta canción de Jorge Drexler:

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

Y es cierto que el llamado «efecto Boomerang” se da en nuestras vidas, y la historia o el tiempo, como prefieras, pone a cada uno en su lugar. Tengo muchísimas experiencias al respecto y he visto que en la gratuidad, el servicio y la entrega están los pilares de las mal denominadas “ relaciones humanas”.

El que me conoce bien, sabe que no me gusta nada de nada, la televisión y menos la española, pero eso sí, ¡¡ me encantan los anuncios !!; tengo en mi ordenador miles de anuncios raros que me gusta intercalarlos como pequeños paréntesis en mis clases y que muchos de mis alumnos copian y cuelgan en las redes sociales, lo que implica que el efecto “ patata” , es decir “ tocada al corazón” , ha llegado y bien al fondo.

Vivimos a través de estímulos que con habilidad manejan las firmas publicitarias y en esto son especialmente duchos las firmas asiáticas, hay innumerables spots en los que se habla, por ejemplo, el tailandés y no entendemos nada salvo por los subtítulos. Sin embargo, aquí estamos, con otra campaña más de esas que emocionan y sacan una sonrisa solo con verla.

Y es que Tailandia parece haber descubierto como tocar la fibra sensible con unos anuncios que muestran lo mejor del ser humano. Primero fue Giving, ese anuncio que hizo llorar casi literalmente a medio mundo. Luego vimos My Beautiful Woman, otra joya publicitaria tailandesa que nos recordó que la publi también tiene alma.

Se trata de un spot tailandés de 3 minutos que te remueve por dentro y te hace pensar en las razones por las que hacemos las cosas. Una forma muy potente para llegar al usuario y ganárselo con acciones tan emotivas como esta de Thai Life Insurence con Unsung Hero. Seguro que más de uno se va a replantear muchas cosas y este spot le acaba robando una sonrisa y quizás hasta una lágrima.

¡¡¡ Directo a la patata !!!