La Pequeña y Mediana Empresa, más conocida como Pyme, constituye hoy por hoy el principal entramado del tejido económico español. Según el Directorio General de Empresas (DIRCE) en España hay 3.114.361 empresas, de las cuales 3.110.522 (99,88%) son pymes, es decir, dan trabajo entre 0 y 249 trabajadores. Un análisis de esta estructura empresarial permite comprobar que no sólo estamos hablando de Pymes, sino mayoritariamente de micropymes – con menos de 10 empleados – que constituyen la red de negocios de las ciudades y pueblos.
El reducido tamaño de nuestras empresas supone desde luego algunas ventajas –entre ellas la flexibilidad y la capacidad de adaptación que caracteriza a las pymes -, pero también comporta limitaciones, como las dificultades para acometer proyectos de inversión elevada, menor capacidad crediticia, altos costes para conseguir y gestionar información, etc…
La cooperación empresarial constituye una de las mejores opciones estratégicas para superar estos escollos. Así, a través de la cooperación las empresas pueden conseguir un mayor tamaño operativo que, a menudo, resulta necesario para acceder a un nuevo mercado; especializar la producción ampliando a la vez la gama de productos; abordar acciones de desarrollo tecnológico o de aprendizaje.
Una de las principales ventajas de la cooperación radica en su flexibilidad para adaptarse a las múltiples necesidades que pueden plantearse en la vida de las empresas. Desde la participación en el capital hasta simples fórmulas de subcontratación, pasando por creación de empresas conjuntas (“joint ventures”), contratos de franquicia, creación de consorcios, acuerdos de I+D, etc… Existen toda una gama de posibilidades en función de las necesidades e intereses de las empresas que intervienen. Gran parte de los centros de producción pertenecen a sectores tradicionales productores de bienes de consumo final con una demanda muy débil, volcados a la exportación y abiertos a una competencia internacional cada vez más agresiva. Todo este entorno está haciendo correr ríos de tinta en cuanto a opiniones cada vez más propensas a enunciar la crisis acuciante a la que se enfrentan los sectores tradicionales de nuestra economía..
La cooperación sólo resultará posible en un clima de mutua confianza y entendimiento que requiere que cada una de las empresas cuente con una cultura abierta, capaz de compartir los procesos necesarios para tomar decisiones y orientada hacia la resolución de los conflictos, que necesariamente surgirán en el desarrollo de la cooperación. La decisión de cooperar forma en todo caso parte de este último grupo decisiones, y tiene como objetivo el desarrollo y el crecimiento de la empresa.
La estrategia de una empresa está constituida por el conjunto de acciones y decisiones encaminadas a encontrar una ventaja diferencial o ventaja competitiva que dote a la misma de una posición fuerte y defendible a largo plazo frente a las competidoras. Las decisiones estratégicas pueden afectar a los productos y a los mercados a los que se dirige la empresa. La estrategia de una empresa está íntimamente relacionada con su cultura. Una firma que decida procurar su desarrollo a través de la cooperación deberá estar preparada para compartir. La cooperación exige trasparencia y que exista fluidez y confianza en los necesarios intercambios de información.
La nueva economía ya no se basa como ocurría en la economía tradicional en la mera competencia. El cierre de una empresa de un determinado sector se contempla en la actualidad, generalmente, con inquietud entre las restantes empresas del mismo sector, que más allá de ver un competidor menos se enfrentan a una nueva circunstancia que les pone de manifiesto la necesidad de buscar nuevas fórmulas que hagan posible su propia permanencia en el mercado. En estos casos, la cooperación puede resultar la mejor de las alternativas.
Es necesario seguir apostando por un tratamiento singular a este colectivo de empresas que integre tanto la política económica en el ámbito autonómico como la generación de una sensibilidad ante esta realidad por el Gobierno del Estado, aunando marcos de actuación y afianzando un marco económico sólido y competitivo para nuestras empresas.
Como siempre os adjunto dos videos ilustrativos para la reflexión al respecto: