Comenzamos un año plagado de buenas intenciones tendentes al cambio y al enfoque personal. Seguro que alguna de ellas pasa por los que nos rodean, especialmente vinculada a familiares o amigos . Quizás te aburro siempre con la misma frase, pero es así. “Puedo presumir de tener muchos amigos”. La palabra “amigo”, puedes entenderla tan limitada o extensa como tu quieras; desde los que siempre están ahí, pese a no tenerlos próximos en el día a día, hasta los que dice el dicho popular “ Eres más falso que un amigo de Facebook”. Amigos reales o virtuales, próximos o lejanos pero a ellos como a mí o como a ti, nos preocupa nuestra vida y buscar en ella que sea plena y feliz. En el fondo nos mueve el sentido de nuestra vida.
Es verdad, conozco a unos que sólo el prestigio, la fama, el dinero, el ser más, le mueve en su cada día. Yo no soy quien para juzgarlos, porque en algunas épocas de mi vida, he actuado cegado por más de uno de estos objetivos. A otros el sentido de su vida es dar, compartir, sumar, colaborar, cooperar, dar lo mejor de sí mismo y perder su vida para que otros vivan.
He tenido la gran suerte en mi vida de vivir y viajar por los sitios más raros de este planeta, algunas de estas veces en labores de cooperación ( especialmente cuando era mucho más joven), para mí ha sido, sin duda, una de mis mayores experiencias como ser humano; y por encima de todo, hoy puedo afirmar, que más que la miseria económica, es peor la miseria de corazón. No entiendo ese límite que establecemos cuando hablamos de desarrollo o subdesarrollo. ¿Quién es más subdesarrollado?, ¿nosotros que buscamos, anhelamos y dejamos nuestra vida en muchas cosas que no nos la dan?, o ¿aquellos que comparten lo poco que tienen?.
Hablando de amistad, puedo presumir de contar entre mis amigos con Sebastián Tabernero, al cual conocí en “aquello” que se hacía antaño que era el servicio militar, “la mili” conocida popularmente. Sebastián hoy es Presidente de la Asociación Viktor E. Frankl en Valencia, porque como comentaba una necesidad fundamental del ser humano es la de dar sentido a su vida. Esta necesidad, sin embargo, muchas veces es desatendida o ignorada en nuestra sociedad. Con el fin de colaborar a cubrir dicha necesidad — especialmente en casos de sufrimiento intenso, enfermedad grave o duelo por una pérdida significativa nació en 2001 esta Asociación.
Y hablando de compartir, comparto contigo un video de Viktor Frankl, psiquiatra y autor del famoso libro “El hombre en busca de sentido”. Para mí uno de los libros de lectura indispensable para le ser humano. El otro día precisamente tuve un encuentro casual con Sebastián en el cine y le presenté a mi hija pequeña que ruborizada por su padre le hizo confesar qué libro estaba leyendo estas Navidades. Ese libro no podría ser otro que el que os acabo de mencionar.
Frankl plantea que lo que mueve al ser humano para realizar una acción o un proyecto, lo que le motiva, es la búsqueda del sentido de su existencia. Esto se aplica a todos los aspectos de su vida, desde su interés por aprender, por experimentar, por evolucionar, hasta la necesidad de dar respuestas a los interrogantes que plantea la vida. Esos interrogantes siempre van asociados o a los mayores retos de la vida en positivo, o en las pruebas que te pone ella, y hablo especialmente a todos los momentos de sufrimiento a los que todo ser humano es sometido en algún momento de su existencia.
Todos tenemos la libertad y la responsabilidad de encontrar un sentido a lo que nos sucede o como dice una famosa frase “La vida te da las cartas, no puedes cambiarlas, pero tú decides cómo jugarlas”.
Feliz 2015