Los que bien me conocéis sabéis que no paso por uno de mis mejores momentos, pero, sin duda, sé que lo voy a superar. Llevaba tiempo sin hacer algo que me encanta y que me invita a reflexionar y desconectar.

Desconecta de la rutina, incluso en la publicidad de los medios de comunicación masiva nos lo dicen, tómate unos 10 minutos y disfruta de lo que has logrado en la mañana o si me apuras mucho incluso lo que llevas haciendo en tu vida, porque de vez en cuando es bueno verse dentro de tu historia; seguro la mejor historia . Verás que has avanzado y que te sientes más persona de este mundo. Es cierto lo que desde hace tiempo me anunciaron y es que cuando llegase al umbral de los cuarenta daría un salto vertiginoso y así desde luego ha sido.

No pienso que tengo ya más de cuarenta años. Más bien diría como en una famosa canción de Joan Manuel Serrat, “ hace veinte años que tengo veinte años “. Además, considero que de vez en cuando es importante parar y evaluar; y en este momento en el que vivo no me resulta desagradable , más bien todo lo contrario. Así, puedo contemplar lo que me rodea desde la perspectiva actual y con todo lo que ha quedado atrás. Supongo , que el hecho de que el “ envase “ se sostenga ( con el esfuerzo del gimnasio y el control de los excesos ) me ayuda a asimilar de manera positiva el paso del tiempo. Por otra parte, tener junto a mí a una mujer joven y guapa y a mis tres hijos es otro factor importante al rejuvenecimiento. A su vez dedicarme al trabajo que me gusta y en donde paso gran parte de mi tiempo, es algo que me mantiene y sobre todo genera en mi resortes de receptividad.

¿ Qué es lo que ha quedado atrás ?; cosas, que contempladas desde hoy, parece que formen parte de la arqueología, mientras que otras pertenecen todavía al presente más vivo. Y no es por una distinta ubicación en el tiempo, porque, es curioso, pero algunas cosas que recuerdo como muy remotas son en realidad de la misma época que otras que parecen de ayer mismo. Pero no importa, porque conservo la certeza de que todo es eventual. Bueno, en realidad todo esto me mueve a sentirme permanentemente sorprendido – ¡ y agradecido !- por todo lo que me ha pasado en todo este tiempo.

¿ Qué es lo que queda por delante ?. Pues, espero , que todo y lo digo con el convencimiento de que me quedan muchas cosas por hacer y por vivir. Veo el futuro con seguridad y confianza en mí mismo y en las cosas que hago. Tengo ilusión y ganas que no se me acaban, porque vivimos en una sociedad que no siempre nos gusta y la tarea de cada día nos sirve como herramienta de lucha contra lo peor que nos rodea y de lo que está en crisis.

Crisis que incluso las mías personales han conducido a un crac y de este crac han derivado soluciones , así he vivido mis años de infancia, adolescencia y mi juventud expuesto a los mismos influjos que mis coetáneos , rodeados permanentemente por la fascinación, la manipulación , la despersonalización…………, amigos, conocidos , no pocos sucumbieron a una u a otra ; los recuerdo y los respeto pero en la selección natural de la vida he apostado por muchos amigos, pero gracias a todos ellos he podido seguir luchando por la verdad y es ahora con mi mentalidad de los veinte años cuando veo que sólo he sentido estimación o entusiasmo , porqué no decirlo por lo que me parece verdadero. Sé que el hombre renace pero que las creencias son invencibles.

El mundo no es mejor hoy de hace cincuenta años, existe un indudable progreso, sobretodo tecnológico pero que a su vez genera monstruos de los que es imposible liberarse, pero ese mismo monstruo tiene un talón de Aquiles al que no nos podemos aferrar pero sí que podemos luchar contra él. Ante la monarquía igualitaria de los personajes de la telebasura, al progreso en Internet , siempre serán necesarias conciencias liberadoras que desde luego no las veo en los hombres y mujeres de hoy. Yo realmente hoy le pido en el que creo que es en Dios que no me deje vivir en un cuento de hadas, que no me deje vivir sobre nubes de algodón, que no viva como una gallina en un corral o como un borrego, cuando realmente hay tanto sufrimiento a mi alrededor, que realmente me haga vivir con unos horizontes infinitos de amor por todos los que me rodean.

En esta Sociedad consumista que ha dado la espalda a los ciclos de la naturaleza , en la que vivimos encerrados entre bloques de hormigón, que crea mundos virtuales porque no es capaz de acercarse y menos sufrir su realidad vital y que está inmersa en su mayor cáncer; la prisa. Por eso estamos todo el día pendiente de un reloj para que no nos veamos deudores de algo que no es nada y, en cambio , nos arrebata todo y me refiero al tiempo. La vida es una sucesión de momentos para disfrutarlos, no es para sobrevivir como se empeñan algunos.

En este tren de la vida algunos ya han bajado de él y nos dejan una añoranza permanente. El tren de la vida sigue con sus desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas pero jamás con regresos. No guardemos ningún momento para mañana ojalá podamos vivir permanentemente envueltos en cada ocasión especial que nos brinda el reloj y el tren de nuestra vida.

Gracias a todos los que me rodean, gracias a todos con la que su educación y esfuerzo hicieron de mí una persona mejor, gracias a todos los que me regalaron sus minutos aunque sólo fueran sus diez minutos de reflexión que seguro que con amor pensaron de dar hacia mí los mejores minutos de su existencia.