Esta semana he participado por octavo año consecutivo en el Día de la Persona Emprendedora de la Comunidad Valenciana. En esta edición se han batido todos los records y entre ellos el de la asistencia al evento con más de 8.500 inscritos, y me pregunto: ¿ tantos emprendedores hay en potencia?.
Me gusta bucear en las palabras para descubrir sus tesoros ocultos. A parte de sus derivados en latín y sus diferentes definiciones económicas la palabra “emprendedor” tiene una magnífica historia detrás que quizás no sepas y que refleja muy bien en qué consiste “ser” emprendedor sin necesidad de muchas más explicaciones. Emprendedor viene de “Entrepreneur”, término que empezó a utilizarse a principios del siglo XVI en Francia y que hacía referencia a todos aquellos que, buscando nuevas oportunidades, viajaban al Nuevo Mundo dejando todo atrás y dirigiéndose a un destino incierto.
Ser emprendedor es una actitud y tiene mucho que ver con la iniciativa y el compromiso con una idea. Muchos a la hora de emprender se preguntan: ¿tengo cualidades para ser emprendedor?. Y me atrevería a su vez a lanzarles algunas preguntas: ¿has iniciado algo alguna vez? No importa qué, pero algo; ¿has creado algún negocio?, aunque sea vender tartas para irte de viaje; ¿te has implicado en alguna organización activamente?, ¿participas en las reuniones de tu comunidad de vecinos?, ¿has organizado alguna reunión para cambiar algo que crees que no funciona bien?, ¿dices lo que piensas en la oficina?, ¿has escrito alguna “carta al director” para formular tu opinión sobre algún tema del que necesites hablar?, ¿cuando te quejas de algo haces propuestas de cómo mejorarlo o simplemente esperas a que “mamá” empresa o “papá” Estado lo solucionen?, ¿formas parte de la asociación de padres del colegio?, ¿propones tú los planes de ocio con tus amigos?, etc.
Si a la mayoría de preguntas contestas que no… pues está claro que no tienes madera de emprendedor. No pasa nada. La buena noticia es que esto puede cambiarse si quieres. El hábito sí hace al monje y creo firmemente en que uno puede ser lo que quiera, aunque sí es verdad que si nos educan desde pequeños todo es mucho más fácil. Hay que aprender a emprender.
Parece que ahora nos quieren vender lo bonito que es ser emprendedor porque se han dado cuenta de que un país sin emprendedores, sin las empresas pequeñas y medianas que son la base de nuestra economía, no vamos a poder salir adelante. Sin embargo, ser emprendedor no se hace de la noche a la mañana y tradicionalmente nuestro país no tiene una cultura ni una educación que favorezca el emprendimiento. Aquí el 75% de los universitarios quiere ser funcionario o trabajar para una empresa multinacional, frente al 17% en Estados Unidos, donde la mayoría prefieren ser emprendedores y tener su propia empresa. Realmente este dato es muy significativo.
En España hay más funcionarios que emprendedores, lo que representa, a mi modo de ver, un reflejo de nuestra cultura. Se educa para obedecer, para saber callar a tiempo, para no cuestionarse la autoridad, para hacer las cosas como siempre se han hecho… En el mundo de la universidad por ejemplo. ¿Cuántas carreras tienen una asignatura relacionada con el emprendimiento? ¿Cuántos profesores hay que no han trabajado nunca y su enseñanza es meramente teórica? No se enseña cómo emprender, no se fomenta la participación, ni la discusión, ni el inconformismo. Sólo tienes que estudiar un poco y ponerlo tal cual en el examen. Y ya no sólo hablamos de la Universidad, si no de lo más básico y precisamente de uno de estos aspectos hablamos Mar Monsoriu, Juan Vicente Oltra y un servidor en la conferencia “ Empleadores y Empleo 2.0 “, en la que resaltábamos como muchos de nuestros jóvenes se auto-expulsan del mercado de trabajo por lo que es su reputación digital. Muchos jóvenes, una vez acabados sus estudios (especialmente universitarios o de postgrado) y de cara a buscar empleo, se encuentran con la necesidad de reinventarse en las redes sociales y comenzar a usar estas herramientas de forma muy diferente a como lo habían hecho hasta el momento. La parte lúdica da paso a un enfoque profesional que sirva a los candidatos para posicionarse cuando opten a un puesto de trabajo.
Personalmente llevo más de 25 años contratando a personal, en muchísimos casos con “presunta” formación técnica, lo que lógicamente le llevaría en muchos casos a no hacer “tropelías” en sus perfiles en las redes sociales en las que participa el candidato. Yo no digo que lo ideal se imponga a través de una foto que sonría y mire a la cámara o que añada contenidos en el perfil que muestren sus intereses o sus conocimientos sobre aquello de lo que está desempeñando o lo que quiere trabajar, o que sea participativo en grupos, páginas y muros ajenos para aumentar la visibilidad……Yo voy a algo tan simple como que en un mundo global o sin privacidad, ¿ cómo se cuelgan fotos y se hacen afirmaciones sin saber hasta dónde van a llegar las mismas?. Podríamos indagar en tu perfil y seguro que te arrepentirías de más de un caso en tu pasado.
Te dejo algunas de imágenes de jóvenes rusos, pero podría poner un sinfín de compatriotas nuestros. Y la página de origen por si quieres ver la colección completa…
http://www.sadanduseless.com/2013/11/russian-dating-sites/