Todas las actividades industriales y de servicios se encuentran sometidas a constantes cambios y mutaciones que inciden en los sistemas de producción y en la competitividad de las empresas. Uno de los aspectos más importantes es la Calidad, que afecta a los productos y servicios prestados por las empresas y a la percepción que sobre la misma tienen los clientes.

Por otro lado, las empresas y su personal son conscientes de la importancia de la Calidad como factor competitivo, sobre todo en el sector en el que se sitúa, donde las exigencias en especificaciones, plazo y precio cada vez son mayores.

Al mismo tiempo, al entender por parte del productor la Calidad como una fuente de beneficios y no como un factor generador de costes, los sistemas de gestión de la Calidad se convierten en un factor de fundamental importancia para la mejora de la gestión de la empresa, incidiendo directamente en la consecución de los objetivos de la organización que se refleja en la cuenta de resultados. Desde el punto de vista del consumidor cada vez más es una exigencia, y determinados sectores han hecho y están haciendo campañas para fortalecer el hecho diferencial y el valor añadido que la Calidad y Seguridad conceden a sus productos ( juguetes, equipos electrónicos, gafas de sol y otros ) en el que el marcado “CE” otorga un sello de excelencia frente al mercado, para esto, hace ya años que se llevan publicando Directivas de Armonización Técnica y sus procedimientos de Evaluación de la Conformidad que son las herramientas de la Comisión Europea para la eliminación de las barreras técnicas a la libre circulación de productos en la Unión Europea (UE).
Su objetivo fundamental es facilitar la realización del Mercado Interior Europeo sin menoscabo de los requisitos que se consideren esenciales para que los productos no presenten riesgos para las personas, animales domésticos, bienes y/o medio ambiente, así como facilitar los controles del mercado comunitario y aclarar las obligaciones de los agentes económicos referentes al mercado, sin imponerles cargas inútiles.
Bajo estas herramientas legales, el fabricante o su representante autorizado en la Unión Europea tiene la responsabilidad sobre el cumplimiento de los productos con las Directivas ; que les apliquen y de incorporar al producto el marcado «CE» , en su caso, con el que declara que ha cumplido con todas las obligaciones derivadas de tales Directivas. No obstante, la responsabilidad subsidiaria puede llegar, en determinados casos, hasta la persona que comercialice el producto.

Con el marcado «CE», el fabricante declara la conformidad con el conjunto de obligaciones referentes a los productos que incumben al fabricante, de acuerdo con las Directivas comunitarias que establecen su colocación.

La forma de partida más aconsejable es conocer y tener en cuenta los requisitos recogidos en las distintas Directivas de aplicación al producto antes de su fabricación, para poder así integrar las medidas necesarias para su cumplimiento desde la fase de diseño del prototipo, lo que disminuirá los costes y el tiempo para obtener un producto conforme.
Ha de tenerse presente que la conformidad del producto está limitada a los usos e instalaciones indicados por el fabricante y a la utilización previsible, pero no a los usos caprichosos. En los últimos años el marcado “CE”, que identifica a los productos que han pasado las evaluaciones europeas, le ha salido una competidor fraudulento, que es el denominado China Export, que utiliza las mismas siglas. A primera vista los símbolos son idénticos; tienen la misma tipografía, tamaño y color. Solo tienen la pequeña diferencia, inapreciable para el consumidor que son la separación de las letras. En el caso del etiquetado asiático la C y la E están más unidas que en el etiquetado europeo

Si se detecta que un producto debería llevar el marcado “CE” y no lo lleva y, además, se trata de un artículo que no es seguro y podría presentar un riesgo para la salud, los organismos de Consumo lo notifican a la Red de Alerta de productos peligrosos, y se procede a su retirada u otra actuación que se considere oportuna.

Que no te den chino por europeo, o como dice un refrán chino: “ Si te pisan, que te pisen con suavidad”, pero una vez pisado no te quejes. Estás informado.

Columna de opinión para el periódico Levante-EMV