tallerHay muchos dichos y refranes populares que hablan de la riqueza y la pobreza; para mí uno de mis preferidos es » Cuanto más ricos, más animales». Con este dicho en el siglo XIX, se referían las clases populares a los miembros de la alta burguesía, cuando veían aparecer por sus calles los cortejos fúnebres arrastrados por fastuosos caballos. Y efectivamente, cuanto más dinero había en la familia del difunto mayor cantidad de animales tiraban del cortejo fúnebre como signo de ostentación en su último adiós.

Pero, mucho más animales que los propios nos hemos mostrado nosotros mismos ante la creciente deshumanización de nuestra economía, que se ha vuelto en nuestra contra. Y me estoy refiriendo muy directamente a todos esos países que empiezan a emerger de situaciones que aún están por conocerse en los casos más extremos pero que vamos a vivir seguro dentro de nuestro siglo. ¿ No hemos favorecido nosotros mismos este sistema ?.

El mal llamado desarrollismo globalizado – exportado a pueblos como Vietnam, China o Tailandia en los que nada importan factores como el cuidado de la energía , el medio ambiente , la seguridad laboral , la higiene en el trabajo y la dignidad laboral – ha conducido al despertar del dragón de las siete cabezas.  Y, haciendo alarde de esta poca importancia de la racionalidad del mercado han llevado a rajatabla una frase del mayor ideólogo chino de la apertura, Deng Xiao Ping cuando dijo “Gato blanco, gato negro; lo importante es que cace ratones “. Es decir, “  el todo vale “ se ha impuesto y sus actuaciones se llevan como su lenguaje escrito que muestran sus pensamientos con conceptos y no con palabras. No importa el sistema, si es comunista o capitalista, la importancia está en la producción incontrolada aunque sea sin exhibicionismos imperialistas.

Este sistema injusto usurpa la dignidad a todos. Unos quedan reducidos a especuladores sometidos al martillo publicitario y otros quedan sometidos al rango de explotados bajo un interés económico cada vez más creciente.

Hasta hace bien poco, las empresas en general y no sólo las multinacionales en particular tomaban el mundo como una aldea global, por eso muchos bienes industriales que consumimos todos, se producían pieza aquí y pieza allá.  Lo que ocurre es que hoy los productos elaborados de alta tecnología cada vez siguen estando menos en el Norte ( como los últimos abandonos de producción en España) , mientras que los intensivos en mano de obra siguen estando al Sur del mundo, incluidos la Europa del Este. Este fenómeno es particularmente evidente en los sectores textil, calzado, juguete, electrónico e incluso el relojero.

El pasado 24 de abril ocurrió una tragedia laboral en Dacca ( Bangladesh) : más de 550 trabajadores de una fábrica textil murieron por el derrumbe del edificio de ocho pisos. Aún hoy, no está descartado  encontrar más cadáveres después de pasar ya más de quince días de esta tragedia.Pero detrás de esta tragedia se encuentran compañías textiles conocidas a nivel mundial. Ahí estaban los talleres New Wave Style y New Wave Bottom, que producían producto textil para ‘Mango’ y la italiana ‘Benetton’, según la organización ‘Bangladesh Center for Workers Solidarity’.

La nueva  Revolución industrial opera sobre sistemas interconectados y de esta forma se está llevando la flexibilidad de grandes organizaciones con el único objetivo de la conquista del mercado y de la demanda creciente. Es necesario promover núcleos macroeconómicos de todos los agentes que dicten la racionalidad del mercado y no depender exclusivamente de él. No podemos seguir con producciones de zapatos a 35 céntimos de euro y ventas al público del mismo par a 145 euros. No podemos seguir comprando un objeto deportivo a 85 euros cuando se ha pagado a su productor 16 céntimos. Si seguimos pensando en China con estereotipos o prejuicios asimilados con arroz, palillos , té ,seda y poco más. Si seguimos pensando como el famoso libro “ Cuando China despierte“. Si no pensamos que la tecnología ya está allí , difícilmente podremos ver a nuestro competidor cuyo despertador ya ha sonado dando lugar a largas jornadas de trabajo para satisfacer a un mercado que poco le importa su industria local.

Para saber más: » Telares en las mazmorras»:  http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/02/actualidad/1367516763_553235.html